La Ruta del Mimbre

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Ruta Cultural

Tipo de itinerario: Sólo ida
Dificultad: Fácil
Tiempo aprox. al completar la ruta: 3.16 horas
Distancia recorrida: 44.7 kilómetros
Desnivel acumulado: 657 metros

Ruta patrocinada por el alojamiento:

El Llano De Los Conejos



Descripción de la ruta
Inicio de la ruta: Villaconejos de Trabaque | Final: Priego

España natural. Es un trazo rojizo en el paisaje. Aquí el silencio es un grito, la gente todavía pasea al sosiego del atardecer y el aire huele a leña. Es la serranía conquense, de densos pinares y abruptos barrancos, alejada de los itinerarios turísticos al uso
CUENCA
La ruta del mimbre
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JOSE PAZ SAZ

Al viajero melancólico le sorprenden los días, en un rincón de su habitación, con un libro entre las manos y los ojos llenos de esa nostalgia peculiar que sólo nos despiertan aquellos lugares en los que nunca hemos estado o podremos visitar. Es también, a veces, una añoranza de olores intuidos, de gentes ruidosas que atravesaban continentes en caravanas a la búsqueda del intercambio de sedas o especias. A finales del siglo XX las grandes rutas comerciales son marítimas y los camiones conectan, con la complicidad de la noche, los puntos más alejados de nuestra geografía.

En la serranía conquense, sin ir más lejos, se produce entre el 80% y el 90% del mimbre español, pero los camiones llegan de Valencia, Jaén o Salamanca, cargan la materia prima y la llevan allí donde todavía es rentable la artesanía mimbrera. Aquí dejó de serlo hace tiempo, pero la vista no escapa al encanto que teje su tupida alfombra en las angostas vegas.

La ruta comienza en Villaconejos de Trabaque. Allí, los haces del mimbre cortado reciben al viajero a un lado de la carretera. Es una alineación de figuras que recuerdan, por su forma cónica, a los tipis de las tribus nómadas amerindias. Cuando se deja el coche se comprueba, sin embargo, que son tan sólo los haces de varas que, conforme avanza el otoño, van secándose del empozado en los que se habían lavado previamente durante semanas. Villaconejos se camufla en la roca, con cientos de ojos de bodega, sobre la marea rojiza que lo envuelve. Sus calles, estrechas y semivacías, hablan de la España deshabitada. Es así difícil que perviva ninguna tradición artesana. Un poco más allá del Ayuntamiento, la CM-310 gira a la derecha. La carretera sigue el cauce del río Trabaque, escondido entre las plantaciones de espigadas mimbreras y el perfil creciente de la serranía, hasta Albalate de Nogueras.

A Priego se llega desandando la carretera de Villaconejos. El viajero, entre brotes silvestres de mimbre y cruzando el Trabaque muy cerca de un antiguo molino harinero hoy reconvertido en alojamiento rural, pronto avistará el pueblo, posado sobre una tierra que se abarranca anunciando su perfil intrincado.

Tierra de alfareros.

Destaca en Priego la silueta del torreón de Despeñaperros, junto a algunas casas de moderna construcción que afean el conjunto. La Plaza Mayor, rodeada de casonas y edificios religiosos, está presidida por el Ayuntamiento, construido en el siglo XVI. Estamos en tierras de alfareros. La tradición familiar de los Magán y los Parra así lo atestigua. Priego muestra dos caras: una afilada, sobre el lecho del río Escabas; y la otra más placida, en dirección a Alcantud. Siguiendo ésta dejaremos a la derecha las ruinas de un monasterio, junto a grupos de haces de mimbres desperdigados por el campo.

La carretera se convierte en un vericueto de pinos y encinas mientras cruzamos la vista con algún rebaño de ovejas. Próximo ya el pueblo, se dejará a un lado el desvío hacia los Baños de Alcantud (hay que tomar el carril de la derecha para llegar al balneario). Si el viajero está dispuesto a caminar, un poco más allá de este desvío encontrará una senda que conduce a la hoz de los Toriles, un tajo bellísimo. Hay que volver a Priego y dirigirse hacia Cañamares. Subiremos al monasterio barroco de San Miguel desde donde el paisaje, a vista de pájaro, es espectacular. Abajo, la carretera atraviesa el desfiladero que horada el río Escabas pegándose a las altas paredes calizas, moteadas por la vegetación, hasta el túnel de Monsaete. Entre Cañamares y Cañizares la tierra vuelve a recobrar esos destellos rojizos propios del mimbre. Desde aquí a Vadillos parece que hayamos dado un salto en el espacio.

Haremos un desvío a la derecha para la visita obligada al Real Balneario de Solán de Cabras, sobre el cauce del río Cuervo.

El paisaje es magnífico y los más andariegos pueden caminar al mirador de la Reina o incluso subir hasta la cruz que corona la Peña Rubia. Otra excursión nos llevará al Molino Chincha y su impresionante hoz. A continuación, la ruta conduce hasta Beteta, pueblo coqueto que domina la vega desde un alto. En dirección a Cueva del Hierro atravesaremos la hoz de Beteta, un estrecho tajo de paredes muy altas y especial interés paisajístico. Se debe aparcar junto a la Fuente de los Tilos y adentrarse en la espesura que forman tilos, sauces, chopos, tejos y acebos.
Conocereis una de las mayores zonas productoras de mimbre. Pueblos como Villaconejos de Trabaque, Priego, Cañamares, Fuertescusa, Cañizares y Beteta.

En el noroeste de Cuenca, donde la sierra y la alcarria se tocan, el rio Escabas y su afluente el Trabaque surcan vegas cultivadas de mimbrales que, a finales de octubre, desnudos ya de hojas, forman un tapiz kilométrico de millones de ramillas de color púrpura, ofreciendo uno de los mayores espectáculos cromáticos del paisaje españo, sólo comparable con el incendio otoñal de los hayedos.

Este cultivo de color verde en primavera-verano y rojo púrpura en otoño-invierno nos fascinará sin duda alguna.

Se puede ver o comprar algo de su manufactura en Priego y Villaconejos de Trabaque.

Más información

Web: https://www.descubrecuenc ...



Ruta en Wikiloc

¿Dónde se encuentra?
Cañamares (Cañamares)

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