Cañon de Añisclo

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Senderismo / Trekking / Ascensión

Tipo de itinerario: De ida y vuelta
Dificultad: Normal
Tiempo aprox. al completar la ruta: 2.4 Horas
Distancia recorrida: 7.45 Kilometros
Desnivel acumulado: 433 metros

Ruta patrocinada por el alojamiento:

Casas La Ribera



Descripción de la ruta
Inicio de la ruta: Ermita de San Urbez | Final: Cascada de la Fuen Blanca

Se inicia la Ruta en una pista que sale a la derecha al lado del puente romanico de San Urbez.

Tras dejar atrás la ermita de San Urbez la pista se transforma en sendero y continua aguas arriba del Rio Bellos.

Hay que seguir el cauce del rio, y no es facil perderse.

Inicialmente encontramos vegetación de Ribera, a media altura hay un bosque de hayas, después encotraremos una zona angosta y rocosa, y finalmente el valle se abre a las praderas alpinas que dan paso a la enorme surgencia de agua que mana del pico de las Olas, mas conocida como Fuen Blanca

Declarado Patrimonio de la Humanidad, comprende el valle glaciar de Ordesa, Cañón de Añiscío, Gargantas de Escuaín y valle de Pineta. Los grandes desniveles en la orografía del Parque, junto a un clima riguroso, proporcionan severos contrastes entre las cumbres y el fondo de los valles, dando lugar en determinadas zonas a fenómenos de inversión en los pisos de vegetación.

Domina su orografía el coloso del Monte Perdido (3355 m), en el centro de las Tres Sorores, el mayor macizo calcáreo de Europa. El pico está flanqueado por el Cilindro de Marboré (3328 m) y el Soum de Ramond (3254 m).

Tan solo llegar en coche hasta el parque por la carretera del cañón de Añisclo ya merece la pena. El sendero que nos disponemos a realizar se introduce en una de las mayores gargantas del Pirineo aragonés, el Cañón de Añisclo. Miles de personas lo recorren cada año atraídos por la grandiosidad del paisaje, la abrumadora presencia del agua y la variedad de sus bosques.

Pero pocos imaginan que este recóndito lugar, antaño casi inaccesible, conserva alguno de los vestigios más antiguos dejados por el ser humano en Sobrarbe. La Ermita de San Úrbez y la Cueva de los Moros guardan la memoria de los primeros pobladores que habitaron el Valle de Vio durante la Prehistoria. Realizando esta ruta trataremos de desvelar algunos de sus secretos.

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La ruta que ahora iniciamos es un sencillo y agradable recorrido que parte desde el aparcamiento de San Úrbez y que nosotros alargaremos por el sendero que transcurre por el encajado cañón que el río Bellós ha labrado en esta mole calcárea, dejando imponentes paredes verticales.

En 1997, el macizo transfronterizo del Monte Perdido fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, como reconocimiento a la belleza y calidad de su sus paisajes naturales y culturales, herederos de una estructura socioeconómica que hunde sus raíces en el pasado e ilustra modos de vida montañeses cada vez más escasos en Europa.

En todo momento seguiremos una señalización muy clara, ya que el itinerario forma parte de la red de senderos del Parque Nacional. Cuenta con varios paneles interpretativos que nos ayudarán a conocer diversos aspectos de este enclave privilegiado.

El bus nos dejará en un aparcamiento con un panel indicativo y una cadena que cierra el camino, y que marcan el punto de inicio de la ruta. Tras los primeros pasos lo primero que encontraremos es una caseta junto a un balcón natural donde hay unas buenas panorámicas del cañón. En la caseta hay un cartel con el parte meteorológico.

Seguidamente tomaremos un desvío hacia la derecha para visitar el antiguo MOLINO DE ASO, utilizado en otros tiempos para moler el cereal y también para generar la energía eléctrica que era aprovechada por los pueblos del entorno. Desgraciadamente, muy poco es lo que queda de aquella imagen inmortalizada por el viajero francés Lucien Briet en 1910, cuando las aguas del río todavía movían la maquinaria del molino.

Desandaremos el descenso y remontaremos el camino, lo siguiente que nos espera es el RÍO ASO, que se descuelga en forma de bellas CASCADAS por el Barranco Biandico Aso. Y donde seguro que encontramos a barranquistas disfrutando del río. A partir de aquí el sendero se interna en el valle del río Aso, dominado por masas boscosas de pino silvestre y encina. En lugares como estos, la fuerza de la naturaleza nos empequeñece y abruma.

El sendero prosigue por la otra margen del río. Tras un suave ascenso llegamos a un PEQUEÑO MIRADOR que permite contemplar una nueva perspectiva de la desembocadura del río Aso en el Bellós. Se divisa una magnífica vista de la Cascada de Aso y del viejo molino harinero. El boj o Arrayán sigue siendo el arbusto más abundante del sotobosque; gracias a él, hasta mediados del siglo XX muchas familias del Valle de Vio se dedicaron a la producción artesanal de utensilios domésticos, como cucharas y tenedores obtenidos de su preciada madera.

Pasaremos por un PUENTE y tras un suave ascenso llegaremos a la FUENTE DE SAN ÚRBEZ; nos detendremos, ya que junto a ella, a su izquierda, se encuentra el inicio del sendero GR 15 que debemos tomar para alargar la ruta por el RÍO BELLOS. La senda en continuo ascenso nos hará pasar por fantásticos rincones, PUENTES como el de SANGON Y PORTILLÓN, fuentes a la sombra de enormes hayas. Una gran cantidad de saltos de agua cristalina como LA CASCADA DE CAIXICARRIELLAS nos deleitarán durante todo el recorrido. Al llegar a la CASCADA Y POZA DE CUMAZ decidimos realizar el regreso. Este sendero se puede seguir hasta la Ripareta.

En el regreso y junto a la mencionada fuente de Úrbez se encuentra LA ERMITA DE SAN ÚRBEZ, santo y pastor que vivió en esta cueva en el siglo VIII. Durante siglos, éste ha sido el centro de devoción de todos los habitantes del Valle de Vio. Para su construcción se aprovechó una cueva natural situada a unos 10 m por encima del camino. La fusión de roca, agua y tradición merece un tiempo de descanso y disfrute.

Tras una pequeña bajada encontramos el viejo PUENTE MEDIEVAL DE SAN ÚRBEZ, construido con piedra caliza sobre el profundo y vertiginoso desfiladero del río Bellos. El milagro del puente: El mito de San Urbez en Aragón cuenta que unos pastores del valle de Vio preguntaron al santo si sabía cómo hacer que los animales cruzaran el barranco, a lo que él dejó caer una barra en la garganta, que encalló de canto entre dos rocas en la zona más estrecha del río, mostrando la ubicación donde se debía construir el puente. Junto a él existe un puente moderno que facilita el tránsito de personas y vehículos.


Nos queda un último ascenso para alcanzar la parada del bus. Faltan palabras para describir la belleza de este lugar. El torrente se precipita al vacío por una profunda grieta en la roca generando un ruido ensordecedor.

Más información

Teléfono: 974 50 51 31



Material necesario
Ropa comoda, botas ligeras con protección de tobillos.
Ruta en Wikiloc

¿Dónde se encuentra?
Nerín (Fanlo)

Vídeo